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Enfermedades del aparato urinario (página 2)


Partes: 1, 2

Cuando afecta el riñón derecho es debido a la dextro-rotación del útero. Constituye un problema grave que puede desencadenar parto prematuro, muerte fetal intrauterina e incluso muerte materna debido a las complicaciones médicas que pueden aparecer tales como shock séptico y síndrome de dificultad respiratoria.

Las anomalías congénitas del tracto urinario, la historia de pielonefritis previa o la presencia de litiasis en cualquier segmento del sistema, aumentan la posibilidad de desarrollar esta enfermedad durante la etapa de la gravidez. De las pacientes embarazadas que presentan pielonefritis, esta ocurre anteparto, intraparto y postparto. De las que presentan anteparto el 90% lo hacen durante el segundo y tercer trimestre, cuando la obstrucción y dilatación del sistema son máximas.

Para que podamos calificar un estado, de pielonefritis gravídica se necesita, por tanto, no solo el hallazgo de gérmenes en la orina, sino también los signos de infección y de la supuración.

Los síntomas casi siempre aparecen de forma repentina, estos son: fiebre, escalofríos, dolor lumbar, disuria y polaquiuria. El término no se debe utilizar en ausencia de dolor lumbar. Las náuseas y los vómitos son síntomas comunes y, si la infección está asociada a la bacteriemia, las mujeres que pueden presentar fiebre alta, escalofríos e hipotensión. En casos de infección con bacterias que tiene endotoxina puede ocurrir inestabilidad de la termorregulación de modo que la paciente alterna ciclos de fiebre elevada con episodios de hipotermia. La fiebre puede pasar de los 42°C para luego cambiar a un estado de hipotermia en que la temperatura del cuerpo puede descender hasta de 34°C. Estas embarazadas que desarrollan problemas de termorregulación tienen mayor riesgo de choque séptico pues casi siempre están infectadas con uropatógenos con endotoxina. Aquejan escalofríos, náuseas y vómitos antes de progresar a un estado de termorregulación inestable.

El tratamiento de las pacientes con pielonefritis durante el embarazo es mucho más intenso. Estas pacientes suelen beneficiarse con terapias rigurosas que permitan manejar la fiebre, los problemas de hidratación y los desequilibrios electrolíticos, además de la infección. En estas mujeres se puede desencadenar un trabajo de parto pretérmino. Este aumento de la actividad uterina se puede deber a las acciones de los productos bacterianos que causan la pielonefritis, la fiebre o la disminución del volumen intravascular. La terapia puede modificar estos cambios y el útero se puede controlar en forma estricta para detectar el establecimiento de un patrón de contracciones. Si es necesario se pueden administrar toco líticos además de antibióticos.

Se tiene que considerar una complicación grave de la gestación por sus complicaciones sobre el feto, la madre y su elevado índice de recurrencias. Debe ser motivo obligado de ingreso para un adecuado tratamiento, control de la madre y también monitorización y estudio del estado fetal. Es requisito imprescindible comprobar su curación no solo desde el punto de vista clínico sino también bacteriológico.

  • ETIOLOGIA.

Los gérmenes que se encuentran en esta patología son los mismos que en la bacteriuria asintomática.

Todos estos gérmenes llegan a la pelvis renal por tres caminos: infección ascendente; infección hematógena; infección linfógena a partir del colon.

INFECCIÓN ASCENDENTE.

La infección ascendente tiene lugar por la red linfática periuretral, en caso de infecciones crónicas de la vejiga en su porción musculoconjuntiva y de sus tejidos vecinos. En el embarazo, tal eventualidad es poco frecuente, pero en cambio, en la infección puerperal y en muchas afecciones ginecológicas hay infecciones urinarias ascendentes por este mecanismo.

INFECCIÓN HEMATÓGENA.

La infección hematógena sucede en los casos de infecciones locales con bacteriemia. Estos gérmenes llegan a veces al riñón y son allí detenidos, y otras veces eliminados por la orina, sin más consecuencia. Pero si hay estancamiento urinario pueden producir una pielonefritis.

INFECCIÓN LINFÓGENA.

Por último, el paso de gérmenes del colon al uréter y pelvis está perfectamente demostrado, a condición de que haya estancamiento del contenido intestinal. Esta estancación del contenido intestinal es, como se ve, una circunstancia previa favorecedora muy importante de la infección que nos ocupa. Como ya sabemos en la mayoría de los casos la infección se produce durante el embarazo por gérmenes del colon. Estos llegan hasta las vías urinarias por la vía linfática o hematógena.

DIAGNOSTICO.

Ante la sospecha de pielonefritis debe solicitarse un urocultivo e iniciar inmediatamente el tratamiento con un esquema dirigido a cubrir los gérmenes más comunes; mientras se obtienen los resultados, los hallazgos del examen citoquímico de orina pueden orientar hacia el diagnostico cuando se encuentran más de 20 bacterias por campo de alto poder en una muestra tomada por micción o más de 2 bacterias por campo de alto poder en una muestra tomada por sonda.6

Los cilindros leucocitarios son diagnósticos, pero no se encuentran en todos los casos de pielonefritis.

Existe piuria, frecuentemente acompañada de micro hematuria y la prueba de nitritos puede o no ser positiva.

En el hemograma de pacientes con pielonefritis aguda es frecuente el hallazgo de anemia leve, con leucocitosis marcada, generalmente mayor de 15.000 mm3, aumento ostensible de los polimorfonucleares neutrófilos con aparición de bandas en pocas ocasiones. Existe aumento de la velocidad de sedimentación eritrocitaria y en los casos graves pueden observarse granulaciones toxicas en el interior de los leucocitos.

Puede presentarse una elevación notoria de la proteína C reactiva y de los demás reactantes de fase aguda. Si al cabo de 48 a 72 horas de haber instituido una terapia antibiótica adecuada, la paciente sigue febril o sintomática deberá pensarse en una complicación de la enfermedad. Por tanto, se deberá solicitar una ecografía renal para descartar abscesos perinefríticos u obstrucciones del tracto urinario alto que perpetúen la infección.

Si la ecografía renal es negativa para estos hallazgos debe pensarse en resistencia del germen al antibiótico utilizado. Para esto tiempo ya debe disponerse del cultivo de orina y del antibiograma, y basado en estos resultados se deberá hacer los ajustes pertinentes de la terapia antimicrobiana. Igualmente, el aislamiento de gérmenes diferentes a E. coli en los cultivos, debe hacer pensar en que existen factores como litiasis o anomalías estructurales del tracto urinario que favorecen la presencia de estos microorganismos. En las pacientes con signos de septicemia o síndrome de dificulta respiratoria del adulto, deberá complementarse el estudio con medición en el suero de electrolitos, creatinina y gases arteriales.

Se hace el diagnóstico diferencial con: trabajo de parto, corioamnionitis, apendicitis, desprendimiento normoplacentario y mioma infartado.

1.2.6.4 PIELONEFRITIS CRONICA.

Es la presencia de inflamación y fibrosis del parénquima renal, con deformidades del sistema pielocalicial.17

De manera muy frecuente observamos esta complicación en pacientes catalogadas como toxemicas, con un curso muy agresivo de hipertensión arterial durante el puerperio.

La pielonefritis crónica se ve precedida por una infección aguda de las vías urinarias en menos de la mitad de las pacientes. Las alteraciones patológicas del riñón pueden ser relativamente leves, o graves con cicatrización tisular en la corteza renal y fibrosis en la capsula de Bowman. En los casos graves, la función renal puede encontrarse muy afectada y la reserva funcional es lo que determina el efecto del embarazo sobre la enfermedad renal. Los síntomas de la pielonefritis crónica pueden ser los propios de la insuficiencia renal, o pasar totalmente desapercibidos. Una complicación frecuente de la pielonefritis crónica, que puede lesionar aún más el riñón, es la pielonefritis aguda. En algunos casos, la mejor opción es el aborto terapéutico, ya que la afectación renal grave o los episodios sobreañadidos de infección aguda pueden ser muy peligrosos.

Estas pacientes rara vez tiene proteinuria muy significativas, pero a menudo presentan evidencia de disfunción tubular; acidosis, hiperkalemia, hipokalemia, perdidas de sodio exageradas, con discretas disminuciones en la filtración glomerular.

El curso del embarazo en estas pacientes frecuentemente esta empeorado con crisis hipertensivas severas al final de la gestación, y cuadros toxémicos de gran severidad, más frecuentes que en casos de patología glomerular. Esto determina una gran agravación de pronóstico obstétrico.

  • TÉCNICAS DE DIAGNOSTICO.

UROANÁLISIS.

Los resultados de las pruebas de laboratorio son proporcionales a la calidad de la muestra: solo es posible tener resultados confiables de muestras adecuadas y la orina es la prueba que con mayor frecuencia se ve influenciada por esta circunstancia.

Preparación del paciente.- El médico debe dar las primeras instrucciones, sobre todo en lo que tiene que ver con la suspensión de algunos medicamentos o el aplazamiento de la iniciación de antibióticos u otros medicamentos que puedan interferir con la prueba. La muestra ideal para el uroanálisis es la primera de la mañana, inmediatamente al momento de levantarse.

Una muestra de orina puede ser sometida a varios análisis, entre los más importantes están:

EXAMEN FÍSICO.

Aspecto.- Es considerado como normal un aspecto transparente, pero es aceptado hasta un aspecto ligeramente turbio ya que este puede ser debido a contaminaciones. El aspecto de una orina turbia ya es considerado como anormal, esto puede ser debido a presencia de leucocitos, glóbulos rojos, bacterias, cristales, etc. También puede estar relacionado con piuria, en infecciones masivas bacterianas o por hongos (recuento microbiano

>107/ml), o con lipiduria (lípidos en la orina) en presencia de síndrome nefrótico o en caso de proteinuria masiva. La neumaturia, presencia de finas burbujas de gas, clínicamente es un síntoma poco frecuente que indica la presencia de una fístula entre el tracto urinario y el intestino, usualmente con fecaluria (materia fecal en la orina).

El aspecto normal de la orina es transparente o limpio y cualquier variación a este criterio debe ser analizado y comprobado por estudios complementarios, incluso en el microscopio. Muchas causas pueden ser responsables de orinas turbias, ante este hallazgo debe investigarse la posibilidad de que esté causado por el uso de medios de contraste utilizados en radiología, de lociones, de talcos y de cremas o estar en presencia de células epiteliales, moco, espermatozoides, materia fecal o menstruación.

El aspecto turbio (turbidez de la orina) Aspecto Citoquímicos.

se puede medir, con alto grado de sensibilidad y especificidad, dentro de un uroanálisis de «rutina» los siguientes parámetros: gravedad específica, pH, proteínas, glucosa, cuerpos cetónicos, urobilinógeno, bilirrubina, nitritos, leucocitos y eritrocitos.

Color.

En condiciones normales el color de la orina va de amarillo hasta ámbar. Se pueden encontrar colores anormales debido a la presencia de elementos anormales en la orina como por ejemplo sangre, medicamentos, alimentos y otros pigmentos.

Densidad.

Esta varía en razón directa a la cantidad de sólidos, principalmente cloruros, urea, sulfatos, la densidad normal va de 1.015 – 1.025.

pH.- Es el reflejo de la acidez de la orina. El pH normal va de 5.5 – 6.5.

EXAMEN QUÍMICO.

Contempla el estudio cualitativo, semi-cuantitativo o cuantitativo de algunas sustancias que pueden estar presentes en una muestra de orina y cuya presencia a niveles elevados es indicador de alguna patología. Algunos de estos parámetros son:

PROTEÍNAS.

Se pueden encontrar varias clases de proteínas pero la más importante es la albúmina. Hay proteinurias, es decir, presencia de proteínas en la orina, llamadas fisiológicas asociadas a fiebres, exposición al frío, stress emocional, ejercicio intenso.

HEMOGLOBINA.

Es una proteína sanguínea que no se debe encontrar en orinas normales, su presencia puede ser causada por procesos hemolíticos, agentes tóxicos, accidentes transfusionales, quemaduras, etc. La presencia de hemoglobina y proteínas ambas altas indican que hay un daño glomerular.

GLUCOSA.

En condiciones normales se elimina por la orina cantidades no detectables por los métodos usuales, cuando el nivel de glucosa sobrepasa el umbral renal (180 mg/dl) de detecta su presencia en una muestra de orina.

NITRITOS.

Se informan como positivo o negativo. Si son positivos pueden corresponder a presencia de bacterias, ya sea por una patología urinaria del paciente o por contaminación de la muestra por exceso de calor, transporte o almacenamiento inadecuado.

LEUCOCITOS.

Valores de referencia: negativo (menos de 10 leucocitos por ml). Los leucocitos excretados en la orina son casi exclusivamente granulocitos (polimorfonucleares neutrófilos y eosinófilos)

Resultados Falsos Positivos.- Se pueden presentar por contaminación de la muestra con secreciones vaginales o uretrales.

Resultados Falsos Negativos.- Cuando en la muestra de orina hay grandes cantidades de albúmina, ácido ascórbico y glucosa, así como cuando la gravedad específica está muy elevada. También puede presentarse en pacientes con neutropenia.

Interferencia con medicamentos.- Se pueden resultados falsos negativos en pacientes que consumen cefalexina, cefalotina, nitrofurantoina, gentamicina, tetraciclinas y ácido oxálico (especialmente en tomadores de «té helado»).

SEDIMENTO.

El examen microscópico del sedimento urinario no solo evidencia una enfermedad renal, sino también indica la clase de lesión presente. En este estudio se observa la presencia de: Leucocitos Hematíes o eritrocitos Células epiteliales Cristales. El examen microscópico es una parte indispensable del uroanálisis, la identificación de cilindros, de células, de cristales y de microorganismos ayuda a dirigir el diagnóstico en una variedad de condiciones.10

Un sedimento alterado, junto con una clínica específica, nos ayudará a considerar con bastante exactitud el diagnóstico de ITU.

Se considera piuria o leucocituria patológica la presencia de 5 o más leucocitos por campo.

CONSTITUYENTES DEL SEDIMENTO URINARIO.- En individuos sanos se excretan algunos eritrocitos, leucocitos, células y cilindros en la orina. Su número puede aumentar en individuos normales después de ejercicios fuertes o de exposición al frío intenso.

Muchas sustancias exógenas pueden contaminar el sedimento urinario, como fragmentos de algodón, gotas de aceite provenientes de lubricantes, bacterias o levaduras procedentes de recipientes sucios y gránulos de almidón.

También pueden aparecer en la orina secreciones vaginales, incluyendo bacilos y tricomonas.

CÉLULAS.- Es posible identificar dos tipos de células en el sedimento urinario de acuerdo con su origen: las que proceden (de la descamación) del tracto urinario y las que proceden de la sangre.

CÉLULAS PROCEDENTES DEL TRACTO URINARIO.- En la orina de individuos normales es habitual encontrar algunas células derivadas de la descamación del tracto urinario, con morfología característica de acuerdo con el epitelio de donde se originan: las tubulares o renales, las de transición y las pavimentosas o escamosas.

CÉLULAS PROCEDENTES DE LA SANGRE.- Los eritrocitos y leucocitos que se observan en el sedimento urinario pueden proceder de cualquier sitio del tracto urinario, desde el glomérulo hasta la uretra.

  • Eritrocitos.- Normalmente se encuentran en muy poca cantidad (valores de referencia: 0 a 3 por campo).

  • Glóbulos rojos y cilindros de glóbulos rojos.- Los glóbulos rojos pueden confundirse con gotas de grasa, levaduras o células epiteliales degeneradas.

Cuando hay presencia de coágulos en la orina debe sospecharse que el origen de la hematuria está en las vías excretoras.

  • Leucocitos.- La orina normalmente tiene algunos leucocitos (valores de referencia: 0 a 4 por campo de alto poder). La mayoría de los leucocitos observados en la orina son polimorfonucleares neutrófilos que en la práctica no se diferencian.

  • Las leucociturias son importantes en enfermedades inflamatorias de las vías urinarias, como en la uretritis, la cistitis y la pielonefritis, particularmente en las formas agudas. También pueden verse en pacientes con procesos febriles, tumores de las vías urinarias y trastornos inflamatorios crónicos o agudos. En caso de que se observe leucocitosis sin bacteriuria debe pensarse en tuberculosis o en uretritis por Chlamydia trachomatis, Neisseria ganorrhoeae y Mycoplasma ssp.

  • Eosinofiluria.- Se pueden encontrar eosinófilos en la orina en pacientes con nefritis intersticial aguda, usualmente inducida por fármacos, en la glomerulonefritis aguda, en la nefropatía por IgA, en la pielonefritis crónica.

BACTERIURIA.

Valor de referencia: negativo.- Los estafilococos, los estreptococos y los Gram negativos se pueden diferenciar por sus características en el campo de alto poder de acuerdo a su forma pero así mismo su significado clínico está marcado de la siguiente forma de reporte:

a) +: Escasa o poca

b) ++: Baja cantidad

c) +++: mediana cantidad

d) ++++: abundante o infección de gran cantidad.

A partir de 3 cruces de Bacterias en el Sedimento Urinario se lo debe asociar directamente con la presencia de Leucocitos y Piocitos para dar paso a un diagnóstico de Infección, ya que ciertas veces existen casos especiales en donde encontraremos 3 o 4 cruces de Bacterias y menos de 10 Leucocitos por campo microscópico.

En las mujeres, cinco o más bacterias por campo de alto poder reflejan 100.000 o más unidades formadoras de colonias por mililitro, criterio de diagnóstico clásico de bacteriuria asintomática y muy compatible con una infección del tracto urinario.

En pacientes sintomáticos, una cantidad de unidades formadoras colonias tan baja como de 100 por mililitro, se correlaciona con una infección del tracto urinario por lo que debe considerar el inicio de tratamiento antibiótico.

  • TRATAMIENTO DE LA INFECCIÓN DE VÍAS URINARIAS.

El tratamiento de las infecciones de vías urinarias puede llevarse a cabo ambulatoriamente en los casos de bacteriuria asintomática o cuando la infección se limita a la vejiga.12

La meta por cumplir es mantener la orina estéril durante todo el transcurso del embarazo y así evitar las complicaciones asociadas a la infección de vías urinarias. El tratamiento debe hacerse durante el menor tiempo posible y con los antibióticos adecuados, recordando los efectos de algunos compuestos para el feto.16

Por lo general, a las 24 – 48 horas de haberse instaurado el tratamiento
la mejoría clínica suele ser evidente; cuando la respuesta clínica
al tratamiento es mala hay que pensar:

  • que el germen causal no es sensible al antibiótico prescrito o

  • que existe una lesión obstructiva de las vías urinarias que interfiere con el embarazo.12

  • La elección del antibiótico debe hacerse en principio asumiendo que el agente causal es Escherichia Coli, lo cual sucede en la mayoría de los casos.

Cuando se cuente con los informes del cultivo y antibiograma, puede sustituirse el antibiótico, si es necesario, por otro más adecuado. Las infecciones por E. coli responden sobre todo a las sulfonamidas, la nitrofurantoina y la ampicilina.

MANEJO HOSPITALARIO.

  • Reposo relativo según estado general.

  • Dita blanda más líquidos abundantes.

  • Control de ingesta y excreta.

  • Bajar temperatura por medios físicos.

  • Acetaminofén 1 g vía oral si la temperatura > 38.5°.

  • Curva térmica.

  • Control de signos vitales maternos y fetales.

  • Líquidos intravenosos: solución salina 0.9% 1000 cc IV 125 cc/hora según hidratación.18

EN LA PIELONEFRITIS AGUDA

Las pacientes con pielonefritis aguda por muchas razones deben ser tratadas en el hospital, que tiene como objetivo: manejar la infección y vigilar la presencia de posibles complicaciones obstétricas. Es una de las causas más importantes de shock séptico, y durante la fase aguda de la enfermedad es esencial controlar cuidadosamente la presión arterial, el pulso y la producción de orina. Se debe realizar:

VALORACIÓN OBSTÉTRICA.

Exploración vaginal y Test de Bishop, monitorización de la frecuencia cardiaca fetal y dinámica uterina, ecografía para valorar estado fetal.

  • Hemograma, proteína C reactiva, función renal y electrolitos.

  • Hemocultivo y urocultivo previo al tratamiento.

  • Monitorización periódica de signos vitales.

  • Hidratación venosa para conseguir diuresis > 30 ml/ hora.

  • Iniciar inmediatamente el tratamiento antibiótico de forma empírica.

  • Es conveniente realizar ecografía renal.

  • Control de posibles complicaciones.

Se debe excluir una obstrucción de la vía urinaria y/o un absceso renal o perinefrítico por medio de una ecografía renal.

Se debe realizar urocultivo de control 1 – 2 semanas tras finalizar el tratamiento y luego mensualmente hasta el parto.

  • ESQUEMA DE TRATAMIENTO.

BACTERIURIA ASINTOMATICA O CISTITIS.

ANTIBIOTICOTERAPIA INICIAL, por 72 horas, inicio previa toma de muestra para urocultivo, con uno de los siguientes antibióticos:

  • Ampicilina 250 – 500 mg VO c/6 horas o

  • Cefalexina 250 – 500 mg VO c/6 horas o

  • Eritromicina 250 – 500 mg VO c/6 horas o

  • Amoxicilina 500 mg VO cada 8 horas, o

  • Nitrofurantoína 50 – 100 mg cada 6 horas (no sobre 37 semanas), o

  • Fosfomicina 3 g. VO dosis única, o

  • Ampicilina Sulbactam 375 mg VO cada 12 horas, o

  • Amoxicilina/clavulánico 250 mg VO cada 6 horas, o

  • Trimetoprim/Sulfametoxasol 160/180 mg cada 12 horas (solo en II trimestre) o 320/1600mg en dosis única.

Con el resultado del urocultivo y antibiograma valore la continuidad o el cambio apropiado de antibiótico para completar mínimo 7 días de tratamiento.

Seguimiento: con cultivo de orina a los dos semanas del episodio agudo (prueba de cura) y cada mes (para ver recurrencia); si urocultivo positivo dar tratamiento en base a antibiograma e iniciar terapia supresiva hasta 4 a 6 semanas del postparto.18

PIELONEFRITIS.

El tratamiento de las pacientes con pielonefritis durante el embarazo es mucho más intenso. Estas pacientes deben recibir terapias rigurosas que permitan manejar la fiebre, los problemas de hidratación y los desequilibrios electrolíticos, además de la infección. Es estas mujeres también se puede desencadenar un trabajo de parto pretermino. Este aumento de la actividad uterina se puede deber a las acciones de los productos bacterianos que causan la pielonefritis, la fiebre o la disminución del volumen intravascular. La terapia puede modificar estos cambios y el útero se puede controlar en forma estricta para detectar el establecimiento de un patrón de contracciones. Si es necesario se pueden administrar tocoliticos además de antibióticos.

ANTIBIOTICOTERAPIA INICIAL: por 72 horas, inicio previa toma de muestra para urocultivo. Con el resultado del urocultivo y antibiograma valore la continuidad o el cambio apropiado de antibiótico para completar 7 días de tratamiento:

  • Cefazolina 1-2g IV cada 6-8 horas.

  • Gentamicina 2 mg/Kg dosis inicial IV luego 1.5 mg/Kg IV cada 8 horas o Gentamicina 5 mg/Kg IV cada día.

  • Cefuroxima 0,75 – 1,5 g IV cada 8 horas.

  • Ceftriaxona 1-2 g IV o IM cada día.

Mantener el tratamiento intravenoso mientras persista la fiebre, si la sintomatología remite se puede hacer la conversión a tratamiento oral hospitalario y luego ambulatorio por 7 a 14 días.18

ANTIBIÓTICO ESPECIFICO.

Si la paciente presenta signos de gravedad: sepsis, alteraciones respiratorias iniciar un segundo antibiótico como Gentamicina (2 mg/kg dosis inicial y luego 1.5 g/kg cada 8 horas) o Aztreonan (500-1000mg IV cada 8 horas).

  • CONTRAINDICACIONES Y EFECTOS ADVERSOS.

  • La ampicilina no ejerce ningún efecto indeseable sobre el feto, pero produce alteraciones gastrointestinales.

  • Las sulfamidas compiten con la bilirrubina por los sitios de unión de la albumina y pueden provocar hiperbilirrubinemia en los hijos nacidos de madres que están siendo tratadas con el fármaco, por lo tanto no deben usarse en el 1º trimestre ni en las 2 últimas semanas del embarazo.

  • La tetraciclina es un fármaco eficaz en muchos casos de pielonefritis aguda, pero tiene dos riesgos bien conocidos; puede hacer que los dientes deciduales de un niño tomen coloración amarillenta y si la excreción renal de la madre está afectada, puede ser hepatotoxica.

  • Los aminoglucósidos sólo pueden usarse en el 2º y 3º trimestre y en casos de pielonefritis.

  • La Nitrofurantoína al final del embarazo puede provocar anemia hemolítica en el RN en caso de déficit de glucosa 6 fosfato-deshidrogenasa.

  • La Cefalexina puede producir reacciones adversas en el 30% de los casos, y puede la Cefalotina positivizar la prueba de Coombs y el VDRL.12-18

  • COMPLICACIONES.

Las complicaciones obstétricas relacionadas con la infección urinaria son múltiples: parto pretermino, restricción en el crecimiento intrauterino, ruptura prematura de membranas, preeclampsia, anemia gestacional, malformaciones fetales, mortalidad perinatal, aborto.19

El riesgo de parto pretermino es multiplicado durante el curso clínico de la pielonefritis, esto obedece probablemente a la presencia de citoquinas pro-inflamatorias circulantes que pueden activar la cascada de prostaglandinas deciduales. Ha sido objeto de gran controversia si la bacteriuria aislada predispone al parto pretermino, siendo difícil establecer de los meta análisis de la literatura esta conclusión por la frecuente

interrelación de variables de confusión, peso fetal vs edad gestacional, entre otras. Sin embargo, hay múltiples reportes que sostienen esta asociación la cual no debe ser descartada ante evidencias incompletas.

En el neonato se ha intentado establecer la relación entre infección urinaria, persistente, no tratada, con efectos en retardo mental y retraso del desarrollo cognoscitivo, enfatizando la importancia del diagnóstico correcto y tratamiento de infección urinaria en la embarazada. Dada la naturaleza multifactorial de retraso del desarrollo y el retardo mental, determinar la causa es difícil y no existe un firme consenso acerca de esta aparente relación.

Los mayores riesgos de la infección urinaria del tracto superior a nivel materno son originados de las manifestaciones sistémicas frecuentemente encontrados en estos casos. Estas complicaciones también incluyen entidades renales graves: uropatia obstructiva, absceso y celulitis perinefrítica. Las complicaciones extrarenales más importantes son: la injuria pulmonar aguda presente en 1 de cada 50 pielonefritis durante el embarazo, agravada por el uso de betamiméticos como úteroinhibidores, manifestada como un edema pulmonar de permeabilidad (síndrome de dificultad respiratoria aguda del adulto). Este cuadro clínico es más severo si el germen causal es la K. pneumoniae. Aproximadamente un 15 a 20% de las pacientes tendrá una bacteriemia, y algunas de ellas desarrollarán complicaciones aún más severas tales como shock séptico, coagulación extravascular diseminada.

  • PREVENCIÓN.

Como medidas generales, en toda paciente con antecedentes de Infecciones de vías urinarias, además de la corrección de eventuales alteraciones anatómicas y/o funcionales, debe ponerse especial énfasis en: su adecuada hidratación, que asegure un buen flujo urinario; educación de hábitos miccionales, especialmente un completo y frecuente vaciamiento vesical; corregir la técnica de higiene perineal; combatir la constipación cuando exista.10

También se puede ayudar a prevenir las infecciones de vías urinarias de varias maneras más específicas como:

  • Beber de 6 a 8 vasos de agua diariamente, el agua es lo mejor.

  • Asegurarse de limpiar siempre de adelante hacia atrás.

  • Al momento de limpiar los genitales debe hacerlo de la región vaginal a la región anal, no hacerlo de la región anal a la región vaginal porque es ahí que bacterias del ano invaden la vagina ascendiendo hacia el tracto urinario.

  • Evitar el uso de jabones fuertes, duchas, cremas antisépticas, polvos y sprays de higiene femenina.

  • Cambiarse diariamente la ropa interior y procurar que sea de algodón.

  • No consumir, indiscriminadamente y sin atención médica, antibióticos, ya que pueden afectar la flora vaginal lo que permite la multiplicación de las bacterias que luego pasan a la vejiga.

  • Evitar las bebidas alcohólicas. El alcohol es un irritante de las vías urinarias de hombres y mujeres, y debe evitarse durante una infección en la vejiga.

Sistema urinario

2.1 DEFINICIÓN

El sistema urinario o excretor es un conjunto de órganos encargados de la producción de orina mediante la cual se eliminan los desechos nitrogenados del metabolismo (urea, creatinina y ácido úrico), y de la osmorregulación.

Su arquitectura se compone de estructuras que filtran los fluidos corporales (líquido celomático, hemolinfa, sangre). En los invertebrados la unidad básica de filtración es el nefridio, mientras que en los vertebrados es la nefrona o nefrón.

El aparato urinario humano se compone, fundamentalmente, de dos partes que son:

  • Los órganos secretores: los riñones, que producen la orina y desempeñan otras funciones.

  • La vía excretora, que recoge la orina para expulsarla al exterior.

Está formado por un conjunto de conductos que son:

  • Los uréteres que conducen la orina desde los riñones a la vejiga urinaria.

  • La vejiga urinaria es una bolsa muscular y elástica en la que se acumula la orina antes de ser expulsada al exterior. En el extremo inferior tiene un músculo circular llamado esfínter, que se abre y cierra para controlar la micción (el acto de orinar).

  • La uretra es un conducto que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior.

En su parte inferior presenta el esfínter uretral, por lo que se puede resistir el deseo de orinar. La salida de la orina al exterior se produce por el reflejo de micción.

Los desechos para poder llegar hasta los riñones (que son los órganos encargados de sustraer los desechos o sustancias innecesarias), es necesario un proceso llamado nutrición, el cual es necesario para adquirir energía. Los nutrientes se van directo a la sangre, la cual realiza el intercambio gaseoso por medio de los pulmones.

Los desechos son llevados por la arteria renal hasta los riñones, los cuales se encargan de crear la orina, con ayuda de las nefronas.

Después de crear la orina, la sangre en buen estado es comprimida en las nefronas en su parte superior, las cuales transportan la sangre en buen estado por medio de la vena renal de nuevo al corazón y pulmones para oxigenarla.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

El aparato excretor es un conjunto de órganos encargado de la eliminación de los residuos nitrogenados del metabolismo, conocidos en la medicina como orina; que lo conforman la urea y la creatinina. Su arquitectura se compone de estructuras que filtran los fluidos corporales (líquido celomático, hemolinfa, sangre). En los invertebrados la unidad básica de filtración es el nefridio, mientras que en los vertebrados es la nefrona o nefrón. El aparato urinario humano se compone, fundamentalmente, de dos partes que son: Los órganos secretores: los riñones, que producen la orina y desempeñan otras funciones. Los órganos excretores: uréteres, vejiga y uretra, que conducen la orina hacia el exterior.

  • Los riñones poseen 12cm de largo, 6cm de ancho y 3 cm de grosor y pesan alrededor de unos 150 gramos.

  • Se rodean de una fina cápsula renal.

  • Están divididos en tres zonas diferentes: corteza, médula y pelvis.

  • Son de color rojo oscuro, situados a ambos lados de la columna vertebral.

  • En la parte superior de cada riñón se encuentran las glándulas suprarrenales.

  • La orina se fabrica en la corteza exterior y la médula que envuelve.

  • En la corteza se filtra el fluido que sale de la sangre y en la médula se reabsorben sustancias de ese fluido que son necesarias para el organismo.

  • Los conductos que se abren en los vértices de las "pirámides" de la médula, y que van a dar a la pelvis, Y recogen la orina restante.

  • Las llamadas "pirámides" son canales de forma aplanada y parecidos a un embudo, que conducen la orina al uréter, luego, a través de este conducto, la orina se dirige a la vejiga.

  • El derecho es más bajo que el izquierdo esto es debido al hígado ya que se necesita un buen espacio para las palpitaciones del corazón.

La vía excretora, que recoge la orina y la expulsa al exterior está formada por un conjunto de conductos que son:

  • Los uréteres, que conducen la orina desde los riñones a la vejiga urinaria.

  • La vejiga urinaria, receptáculo donde se acumula la orina.

  • La uretra, que permite la salida al exterior de la orina contenida en la vejiga.

VÍAS URINARIAS

El viaje de la orina pasa desde las papilas renales hacia los cálices menores, y de ahí a los cálices mayores, la pelvis renal y mediante el uréter llegan a la vejiga en donde sirve de reservorio para la orina, con una capacidad normal de 500 ml, alcanzando su capacidad máxima de 1 litro.

De la vejiga atraviesa la uretra por donde es expulsada hacia el exterior del organismo, alcanzando una velocidad de 30 a 35 km/h cuando la vejiga se encuentra llena en su capacidad promedio, y cuando está en su máximo reservorio es expulsada a unos 50 km/h

. Al atravesar la uretra peneana (en el varón) cabe mencionar que la orina es expulsada a mayor velocidad alcanzando en su cúspide máxima hasta unos 75 km/h, siendo proporcionada estas características expulsivas por la estructura de dicha uretra.

ÓRGANOS DEL SISTEMA EXCRETOR

La parte inicial y de mayor importancia que se encarga de la filtración de tejidos y ciertos fluidos, así como la eliminación de toxinas son los riñones, órganos con forma de frijol, ubicados en el retroperitoneo sobre la pared abdominal posterior. Estos vuelcan su contenido en un receptáculo llamado vejiga, por medio de un tubo llamado uréter. La vejiga, a su vez evacúa su contenido al exterior por medio de un conducto llamado uretra.

2.2 RIÑONES

Los riñones son responsables de eliminar los desechos del cuerpo, regular el equilibrio electrolítico y estimular la producción de glóbulos rojos.

Son dos órganos que forman parte del sistema urinario. Se encuentran situados en la parte posterior del abdomen, uno a cada lado de la columna vertebral. Están rodeados de tejido adiposo y se extienden entre la onceava costilla y la tercera vértebra lumbar.

Los riñones son órganos excretores en los vertebrados, tienen forma de judía o habichuela. En los seres humanos, cada riñón tiene, aproximadamente, el tamaño de un puño cerrado.

Los riñones en el ser humano están situados en la parte posterior del abdomen. Hay dos, uno a cada lado de la columna vertebral. El riñón derecho descansa detrás del hígado y el izquierdo debajo del diafragma y adyacente al bazo, separados de estos órganos por el peritoneo parietal posterior. Sobre cada riñón hay una glándula suprarrenal. La asimetría dentro de la cavidad abdominal causada por el hígado, da lugar a que el riñón derecho esté levemente más abajo que el izquierdo. Los riñones están ubicados en el retroperitoneo, por lo que se sitúan detrás del peritoneo, la guarnición de la cavidad abdominal. Se ubican entre la última vértebra torácica, y las tres primeras vértebras lumbares (de T12 a L3). Los polos superiores de los riñones están protegidos, parcialmente, por las costillas 11 y 12, y cada riñón está rodeado por dos capas de grasa (perirrenal y pararrenal) que ayudan a protegerlos.

Los riñones filtran la sangre del aparato circulatorio y eliminan los desechos (diversos residuos metabólicos del organismo, como son la urea, el ácido úrico, la creatinina, el potasio y el fósforo) mediante la orina, a través de un complejo sistema que incluye mecanismos de filtración, reabsorción y excreción. Diariamente los riñones filtran unos 200 litros de sangre para producir hasta 2 litros de orina. La orina baja continuamente hacia la vejiga a través de unos conductos llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta el momento de su expulsión.

Se puede dar la ausencia congénita de uno o ambos riñones, conocida como agenesia renal unilateral o bilateral. En casos muy raros, es posible haber desarrollado tres o cuatro riñones.

Las especialidades médicas que estudian los riñones y las enfermedades que afectan al riñón se llaman urología y nefrología, esta última proviene del nombre griego antiguo para el riñón. El significado del adjetivo "relacionado con el riñón" proviene del latín renal.

  • ESTRUCTURA DEL RIÑÓN

Todo el riñón está cubierto por una cápsula de tejido conectivo colagenoso denso denominada como cápsula nefrótica, y sobre su borde medial se encuentra una incisura denominada hilio renal en donde podemos apreciar la salida de estructuras vitales como la arteria y vena renales y el uréter.

Si se corta el riñón paralelamente a sus dos caras, se puede observar que el parénquima (porción celular) está compuesto por dos zonas de color distinto, a las que se ha llamado medular, o interna, y cortical, o externa. En la médula aparecen unas estriaciones organizadas en forma piramidal. Estas pirámides son las denominadas pirámides de Malpighi (o renales) que presentan un vértice orientado hacia los cálices (papilas).

  • Zona cortical o corteza: Situada en la parte externa y es de color rojo claro. La cortical, de color más amarillento, presenta en su parte más externa pequeños puntitos rojos que corresponden a los corpúsculos de Malpighi. La sustancia cortical cubre a la medular y rellena también los espacios que dejan entre sí las pirámides de Malpighi.

  • Zona medular: Ocupa la parte interna, la sustancia medular, de color rojo oscuro, compuesta por 8 a 18 formaciones triangulares (pirámides renales de Malpighi). Su base está en contacto con la sustancia cortical y su vértice, que presenta 15 a 20 pequeños orificios, se halla en comunicación con un cáliz renal, que lleva la orina a la pelvis renal.

En un corte longitudinal de un riñón, se pueden reconocer tres partes:

  • La corteza renal, presenta un aspecto rojizo oscuro granulado y rodea completamente a la médula renal enviando prolongaciones denominadas columnas renales que se injertan en toda la profundidad medular.

  • La médula renal, presenta el doble de espesor que la corteza y unas estructuras de color rojizo muy claro con forma de pirámides, denominadas pirámides renales, que se separan por las columnas renales.

  • Las papilas renales, se distribuyen cada una dentro de un cáliz menor en forma de embudo, tomando en cuenta que cada riñón humano posee 8 a 18 pirámides renales, existiendo también de 8 a 18 cálices menores, y de 2 a 3 cálices mayores.

  • CORTEZA

Es la parte externa del riñón y tiene aproximadamente 1 cm de grosor, de coloración rojo parduzca y fácilmente distinguible al corte de la parte interna o medular. Forma un arco de tejido situado inmediatamente bajo la cápsula renal. De ella surgen proyecciones que se sitúan entre las unidades individuales de la médula y se denominan columnas de Bertin. Contiene el 75 % de los glomérulos, los túbulos proximales y distales, recibe el 90 % del flujo sanguíneo renal y su principal función es la filtración, la reabsorción y la secreción.

  • MÉDULA

Las pirámides renales (o las pirámides de Malpighi) son tejidos del riñón con forma de cono. La médula renal está compuesta de 8 a 18 de estas subdivisiones cónicas. La amplia base de cada pirámide hace frente a la corteza renal, y su ápice, o papila, apunta internamente, descargando en el cáliz menor (que a modo de embudo confluye en la pelvis renal). Las pirámides parecen rayadas porque están formadas por segmentos paralelos rectos de túbulos renales.

  • NEFRONA

A nivel microscópico, el riñón está formado por 1 a 3 millones de unidades funcionales, que reciben el nombre de nefronas. Es en la nefrona donde se produce realmente la filtración del plasma sanguíneo y la formación de la orina; la nefrona es la unidad básica constituyente. Las nefronas regulan en el cuerpo el agua y la materia soluble.

Se puede decir que el proceso de la nefrona está dividido en tres pasos fundamentales:

  • Filtración: consiste en filtrar cierta cantidad de sangre a través de una membrana que existe entre la cápsula Bowman y el glomérulo. Esta filtración glomerular se da gracias a que existe una diferencia de presiones entre la presión sanguínea y la presión que hay dentro del glomérulo (55mmHg – 45mmHg), esta diferencia de presiones favorece que la sangre se filtre hacia dentro del glomérulo para que se dé la formación de la orina primaria.

  • Reabsorción: se da a nivel del túbulo contorneado proximal, específicamente en el asa de Henle, en donde a través del cerebro se dan órdenes al riñón para que absorba contenidos necesitados por el cuerpo

  • Secreción: es lo contrario a la Reabsorción; en esta etapa los componentes sanguíneos en exceso son eliminados por secreciones al túbulo contorneado distal, la secreción no es lo mismo que una excreción, en la secreción se secretan sustancias a la luz del túbulo contorneado distal para que sean excretadas finalmente en la orina.

FUNCIONES RENALES

  • Los desperdicios filtrados de la sangre pasan a la vejiga.

  • Excretar los desechos mediante la orina.

  • Regular la homeostasis del cuerpo.

  • Secretar hormonas: la eritropoyetina, la calicreína, la renina y la vitamina D (se transforma en calcitrol).

  • Regular el volumen de los fluidos extracelulares.

  • Regular la producción de la orina.

  • Participa en la reabsorción de electrolitos.

  • Regula la presión arterial.

FILTRADO

La filtración ocurre en pequeñas unidades ubicadas dentro de los riñones llamadas nefronas. En la nefrona, el glomérulo -que es un pequeño ovillo de capilares sanguíneos- se entrelaza con un pequeño tubo colector de orina llamado túbulo. Se produce un complicado intercambio de sustancias químicas a medida que los desechos y el agua salen de la sangre y entran al aparato excretor.

Al principio, los túbulos reciben una mezcla de desechos y sustancias químicas que el cuerpo todavía puede usar. Los riñones miden las sustancias químicas, tales como el sodio, el fósforo y el potasio, y las envían de regreso a la sangre que las devuelve al cuerpo. De esa manera, los riñones regulan la concentración de esas sustancias en el organismo. Se necesita un equilibrio correcto para mantener la vida, pues las concentraciones (excesivas o muy bajas) pueden ser perjudiciales.

Además de retirar los desechos, los riñones liberan tres hormonas importantes:

  • La eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos por la médula ósea.

  • La renina, que regula la presión arterial. Cuando el aparato yuxtaglomerular detecta que hay bajo flujo plasmático renal o hipoxia, los riñones liberan Renina para activar el sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona que genera potentes vasoconstrictores periféricos que aumentan la presión arterial, garantizando, en teoría, un mayor flujo renal.

  • La forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio para los huesos y para el equilibrio químico normal en el cuerpo.

FUNCIONAMIENTO DEL RIÑÓN

La principal función del riñón es formar la orina. Esto se logra del siguiente modo: en primer lugar, la sangre que llega al riñón pasa del glomérulo al espacio de Bowman, filtrándose. El líquido formado es idéntico al plasma sanguíneo, excepto que prácticamente carece de proteínas plasmáticas (albúmina, globulinas y fibrinógeno). En segundo lugar, el líquido filtrado ingresa en un sistema de túbulos donde el agua y algunas sustancias específicas son reabsorbidas y/o secretadas, hecho que cambia la composición y concentración del líquido. Finalmente, el líquido modificado es excretado después de salir del riñón por las papilas y de atravesar las vías urinarias.

Otras funciones, no menos importantes, son las de participar en regulación del volumen corporal de agua, de la presión arterial -para lo que segrega renina, una enzima que convierte al angiotensinógeno en angiotensina I-, de la producción de hemoglobina gracias a la producción de eritropoyetina.

LOS URÉTERES

Los uréteres son dos conductos o tubos de unos 21 a 30 cm. de largo, y unos 3 o 4 milímetros de diámetro, bastante delgados, que llevan la orina desde los riñones en la pelvis renal a la vejiga, en cuya base desembocan formando los llamados meatos ureterales, cuya disposición en válvula permite a la orina pasar gota a gota del uréter a la vejiga, pero no viceversa. Su interior está revestido de un epitelio y su pared contiene músculo liso.

El uréter es una vía urinaria retroperitoneal con forma de tubo que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga urinaria y cuyo revestimiento interior mucoso es de origen mesodérmico. Origen embriológico: procede del endodermo de la alantoides primitiva que ha ido ascendiendo hasta formar este conducto excretor, formado por:

  • Cálices renales.

  • Vejiga de la orina.

Sus fibras musculares se disponen entrecruzadas en tres capas:

  • Capa muscular intermedia, cuyas fibras son circulares y se disponen formando potentes anillos a modo de esfínter.

  • Capa longitudinal interna.

  • Capa longitudinal externa formada a expensas de las fibras

  • Capa muscular: contiene fibras musculares longitudinales (capa más interna), circulares (capa más externa) y espirales, que permiten el peristaltismo del uréter desde los riñones hasta la vejiga.

  • Capa adventicia: está formada por tejido conjuntivo que recubre al uréter y la aísla del resto de tejidos.

LA VEJIGA

La vejiga es el órgano principal del sistema excretor, es un órgano hueco situado en la parte inferior del abdomen y superior de la pelvis, destinada a contener la orina que llega de los riñones a través de los uréteres. La vejiga es una bolsa compuesta por músculos que se encarga de almacenar la orina y liberarla. Cuando está vacía, sus paredes superior e inferior se ponen en contacto, tomando una forma ovoidea cuando está llena. Su capacidad es de unos 300 a 450 ml. Su interior está revestido de una mucosa con un epitelio poliestratificado pavimentoso, impermeable a la orina. Su pared contiene un músculo liso, que contrayéndose y con la ayuda de la contracción de los músculos abdominales, produce la evacuación de la orina a través de la uretra. A esto se llama micción. La parte de la vejiga que comunica con la uretra está provista de un músculo circular o esfínter, que impide normalmente la salida involuntaria de la orina. Además de estas fibras lisas hay otras estriadas que ayudan a retener voluntariamente la orina.

Recibe la orina por los uréteres, que se abren en la parte trasera de la vejiga, cuando está vacía la vejiga puede ser casi igual de pequeña que toma el tamaño de una ciruela, cuando se llena, sin embargo puede llegar a tener el tamaño de un pomelo. Tiene una gran capacidad de ampliarse, tanto que puede contener entre 200 a 450 ml aproximadamente antes de que una persona note la sensación de orinar.

En la base, la vejiga se abre a la uretra, tubo que lleva la orina al exterior, la apertura y cierre de ésta es controlada por el esfínter. Esta es la última fase del sistema excretor.

La vejiga urinaria es un órgano hueco músculo-membranoso que forma parte del tracto urinario y que recibe la orina de los uréteres, la almacena y la expulsa a través de la uretra al exterior del cuerpo durante la micción.

  • ORIGEN EMBRIOLÓGICO

La vejiga urinaria está presente en todos los mamíferos. Procede de la parte inferior del pedículo del alantoides, obliterándose progresivamente la parte superior de este pedículo para formar el uraco.

  • UBICACIÓN

La vejiga urinaria está situada en la excavación de la pelvis. Por delante está fijada al pubis, por detrás limita con el recto, con la parte superior de la próstata y las vesículas seminales en el hombre, y con la vagina en la mujer. Por arriba está recubierta por el peritoneo parietal que lo separa de la cavidad abdominal, y por abajo limita con la próstata en el hombre y con la musculatura perineal en la mujer.

  • FORMA

La vejiga urinaria cuando está llena tiene una forma esférica, y cuando está vacía se asemeja a un tetraedro.

La capacidad fisiológica de la vejiga urinaria o hasta que aparece el deseo de orinar oscila entre los 250 a 300 centímetros cúbicos. Y puede aumentar de 2 a 3 litros en caso de retención aguda de orina. Esta capacidad se reduce en casos de cistitis hasta los 50 centímetros cúbicos.

Mientras que la vejiga está llena de orina, el músculo está relajado. Cuando se micciona, el músculo se contrae para expulsar la orina de la vejiga.

Dos músculos del esfínter rodean a la uretra, que es un conducto membranoso. La orina sale por este conducto.

Los esfínteres mantienen cerrada la uretra apretándola como si fueran bandas elásticas. Los músculos del suelo de la pelvis que están debajo de la vejiga también ayudan a mantener cerrada la uretra.

Cuando la vejiga está llena, los nervios que se encuentran en ella mandan señales al cerebro. Es cuando se producen las ganas de orinar. En ese momento, el cerebro manda una señal a los esfínteres y a los músculos del suelo de la pelvis para que se relajen. Esto permite que la orina salga a través de la uretra. El cerebro también manda una señal a la vejiga para que se contraiga y expulse la orina. El control de la vejiga significa que usted orina sólo cuando quiere hacerlo.

2.5 LA URETRA

La uretra es el conducto altamente sistematizado que transporta y permite la salida al exterior de la orina contenida en la vejiga, donde es expulsada mediante un proceso llamado micción. Difiere considerablemente en ambos sexos. En la mujer es un simple canal de 3 a 4 cm. de largo, algo más estrecho en ambas extremidades que en el resto de su trayecto. Es casi vertical y se halla por delante de la vagina, abriéndose en la vulva por delante del orificio vaginal.

En el hombre la uretra mide de 18 a 20 cm. de longitud, y en la mujer 6 cm. Es de calibre irregular, presentando partes ensanchadas y otras estrechadas. Además no es recta sino que presenta ciertos ángulos. Tiene muchos segmentos: uretra prostática (parte que pasa por la próstata), uretra membranosa y uretra esponjosa, es decir, la rodeada por el cuerpo esponjoso, la que a su vez puede subdividirse en varios segmentos. Termina en un esfínter. En el hombre es bifuncional porque sirve para el sistema excretor y reproductor.

Desde el punto de vista de sus enfermedades la uretra puede dividirse en dos segmentos: la uretra anterior y la uretra posterior, separados por un esfínter de músculo estriado, situado a unos 3,5 cm. de la vejiga.

Las hemorragias o secreciones que se producen en la primera, salen al exterior y las que se producen en la segunda, pueden volcarse en la vejiga. La inflamación de cada uno de estos sectores produce también síntomas distintos. En la uretra desembocan diversas glándulas en las que pueden acantonarse una infección de la uretra.

La uretra es el conducto por el que pasa la orina en su fase final del proceso urinario desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción. La función de la uretra es excretora en ambos sexos y también cumple una función reproductiva en el hombre al permitir el paso del semen desde las vesículas seminales que abocan a la próstata hasta el exterior, es decir, este conducto es compartido por el sistema urinario y el reproductor.

Anatomía de la uretra

  • URETRA MASCULINA

En el hombre la uretra tiene una longitud de unos doce centímetros y se abre al exterior en el meatus uretral del glande. En la mujer tiene una longitud de 3.5 cm con un diámetro de 6 mm. Debido a esta longitud el sondaje urinario masculino es más difícil que el femenino.

  • Uretra prostática: Discurre a través de la glándula prostática, a esta estructura es donde vierten su contenido los conductos eyaculadores.

  • Uretra membranosa: Es una corta porción de uno o dos centímetros a través de la musculatura del suelo de la pelvis que contiene el esfínter uretral externo, un músculo esquelético que controla voluntariamente la micción. La uretra membranosa es la porción más estrecha de la uretra.

  • Uretra esponjosa: Se llama así porque se encuentra en el interior del cuerpo esponjoso del pene, una vaina eréctil que recorre toda la cara ventral del pene. Llega al glande y se abre en el meato. Tiene una longitud de unos 9-11 centímetros.

  • URETRA FEMENINA

En la mujer la uretra tiene una longitud entre 3,5 centímetros y desemboca en la vulva entre el clítoris y el introito vaginal. Esta corta longitud de la uretra femenina explica la mayor susceptibilidad de infecciones urinaria s en las mujeres.

No hay que confundir el uréter con la uretra. No son lo mismo. Su función es parecida, transportar la orina de un lugar a otro pero, mientras que el uréter es el encargado de conducir la orina de los riñones a la vejiga, la uretra la conduce de la vejiga al exterior. Ambos son dos partes fundamentales del sistema urinario y ambos son conductos que transportan la orina, pero presentan diferencias.

Enfermedades del aparato urinario

Orinar mucho o poco puede ser indicador de alguna alteración renal. En condiciones normales, la cantidad de orina depende de la cantidad de agua que ingerimos, de nuestro metabolismo, actividad física y masa corporal. Las infecciones urinarias son procesos infecciosos de las vías urinarias que producen inflamaciones de la uretra (uretritis), la vejiga (cistitis) o los riñones (pielonefritis).

3.1 URETRITIS

Consiste en la inflamación de las paredes de la uretra debido a una infección bacteriana o a sustancias químicas que ocasionan un estrechamiento del conducto uretral. La dieta con poca ingesta de líquidos y la deshidratación en días calurosos, que produce una orina concentrada, favorecen esta inflamación.

3.1.1 ENFERMEDADES QUE AFECTAN LOS RIÑONES

Casi todas las enfermedades del riñón en seres humanos actúan sobre las nefronas y les hacen perder su capacidad de filtración generando uremia. La afectación de las nefronas puede suceder rápidamente, a menudo como resultado de un traumatismo de riñón o intoxicación. Pero casi todas las patologías del riñón destruyen las nefronas lenta y silenciosamente, y pueden transcurrir años o décadas antes de que se manifieste el daño. Podemos mencionar al riñón lobulado, riñón poliquístico, síndrome de Alport, albuminuria, glomerulonefritis, nefrosis lipoide o enfermedad de cambios mínimos y lupus. Las dos causas de enfermedad de los riñones más comunes son la diabetes y la hipertensión (tensión arterial alta).

CISTITIS

Es la inflamación aguda o crónica de la v ejiga urinaria, con infección o sin ella. Puede tener distintas causas. Los síntomas más frecuentes son: aumento de la frecuencia de las micciones, presencia de turbidez de la orina. La causa más frecuente de cistitis es la infección por bacterias gram negativas. Para que un germen produzca cistitis, primero debe de colonizar la orina de la vejiga (bacteriuria) y posteriormente producir una respuesta inflamatoria en la mucosa vesical. A esta forma de cistitis se le denomina cistitis bacteriana aguda. Afecta a personas de todas las edades, aunque sobre todo a mujeres en edad fértil o a ancianos de ambos sexos. Otras formas de cistitis son: la cistitis tuberculosa (producida en el contexto de una infección tuberculosa del aparato urinario), la cistitis química (causada por efectos tóxicos directos de algunas sustancias sobre la mucosa vesical, por ejemplo la ciclofosfamida), la cistitis glandular (una metaplasia epitelial con potencialidad premaligna) o la cistitis intersticial (una enfermedad funcional crónica que cursa con dolor pélvico, urgencia y frecuencia miccional).

INSUFICIENCIA RENAL O PIELONEFRITIS AGUDA

La insuficiencia renal es la disminución de la filtración glomerular. Algunos problemas de los riñones ocurren rápidamente, como un accidente que causa lesiones renales. La pérdida de mucha sangre puede causar insuficiencia renal repentina. Algunos medicamentos o sustancias venenosas pueden hacer que los riñones dejen de funcionar. Esta baja repentina de la función renal se llama insuficiencia renal aguda.

La insuficiencia renal aguda puede llevar a la pérdida permanente de la función renal. Pero si los riñones no sufren un daño grave, esa insuficiencia puede contrarrestarse con una operación quirúrgica. En la mayoría de los casos, la operación quirúrgica, es un trasplante renal, dejando los que ya posee la persona y poniendo otros sanos

La insuficiencia renal o fallo renal se produce cuando los riñones no son capaces de filtrar adecuadamente las toxinas y otras sustancias de desecho de la sangre. Fisiológicamente, la insuficiencia renal se describe como una disminución en el índice de filtrado glomerular, lo que se manifiesta en una presencia elevada de creatinina en el suero.

CÓLICO NEFRÍTICO

Es un intenso dolor en la zona de los riñones y de los órganos genitales, que en ocasiones va acompañado de pérdidas de sangre por la orina. Se debe a cálculos renales o precipitados de diversas sales, como fosfatos, uratos y oxalatos, que al ser expulsados del riñón por los uréteres y tener bordes angulosos producen los dolores anteriormente mencionados.

1.1. CÁLCULOS RENALES

Es un trozo de material sólido que se forma dentro del riñón a partir de sustancias que están en la orina. La piedra se puede quedar en el riñón o puede desprenderse e ir bajando a través del tracto urinario. La intensidad de la sintomatología (dolor) está generalmente relacionada con el tamaño del cálculo. En ocasiones se produce su expulsión casi sin sintomatología.

Los términos cálculo renal, nefrolitiasis, litiasis renal y piedra en el riñón se refieren a la formación de un trozo de material sólido dentro del riñón a partir de sustancias que están en la orina.

La piedra se puede quedar en el riñón o puede desprenderse e ir bajando a través del tracto urinario. La intensidad de la sintomatología (dolor) está generalmente relacionada con el tamaño del cálculo. En ocasiones se produce su expulsión casi sin sintomatología.

Los cálculos pueden quedarse trabados en uno de los uréteres, en la vejiga, o en la uretra, produciendo la sintomatología de dolor (cólico nefrítico), disuria (dificultad al orinar), o signos como hematuria (presencia de sangre en la orina).

Cuidados del sistema excretor

Para un buen cuidado se recomienda beber abundante agua diariamente (aproximadamente 2 litros), hacer ejercicio físico en forma periódica, tener una dieta balanceada, evitar las drogas y el tabaco, consumir pocas bebidas alcohólicas, evacuar el contenido de la vejiga urinaria varias veces al día, etc.

  • PREVENCIÓN CÓLICO NEFRÍTICO

Algunos factores ligados a la alimentación que ayudan a prevenir este tipo de enfermedad son:

Prevenir el consumo en exceso de alimentos ricos en oxalatos, como las espinacas, el té, la verdolaga, los tomates y las judías.

Evitar el consumo exagerado de productos lácteos como leche y quesos, ya que esto evita la formación de cristales de calcio.

Prevenir el consumo en exceso de productos de origen animal, como carnes, huevos o pescado, ya que éstos poseen altos niveles de calcio, ayudando así a la formación de cálculos renales.

También, por otro lado, contienen altos niveles de ácido úrico, causante de otro tipo de cálculo.

Evitar el consumo irracional de sal, dulces y alcohol.

OTROS ÓRGANOS EXCRETORES

Aunque los riñones son los órganos más importantes para la función excretora, hay otros órganos que contribuyen con esa importante función. Entre ellos destacan la piel, los pulmones y el hígado.

GLÁNDULAS SUDORÍPARAS

Son glándulas de secreción externa, compuestas por un conjunto de túbulos apelotonados, ubicados en la dermis, y un tubo excretor que atraviesa la epidermis y desemboca en el exterior por un poro de la piel. La sustancia excretada por las glándulas sudoríparas, se denomina sudor, y se compone de agua (99%), sales minerales (0, 6%, siendo el cloruro de sodio la más abundante) y sustancias orgánicas (como la urea, la creatinina y diversas sales de ácido úrico, que componen un 0,4% del sudor).

El sudor, tiene dos funciones:

  • Contribuir a la excreción del exceso de cloruro de sodio y urea. Además, contribuye a eliminar sustancias tóxicas como el alcohol etílico o los residuos de antibióticos que pueda estar tomando una persona.

  • Regular la temperatura corporal, y así impedir que se eleve demasiado.

La excreción del sudor depende de la temperatura ambiental, del ejercicio muscular e incluso del propio funcionamiento del riñón. En ambientes cálidos y con una actividad física alta, se aumenta la producción de sudor. Por el contrario, en ambientes fríos y una actividad física baja, la producción del sudor es mínima.

Pulmones

Permiten excretar el dióxido de carbono formado durante la respiración celular. El dióxido de carbono es eliminado del cuerpo en cada exhalación. Un mecanismo que contribuye a eliminar el exceso de dióxido de carbono presente en la sangre consiste en el aumento de la frecuencia respiratoria.

Las células generan el dióxido de carbono que se dirigen a los pulmones, estando allí, pasa a los alvéolos pulmonares donde por medio de la exhalación se expulsa el dióxido de carbono

Hígado

Puede ser considerado como un órgano no excretor. Los glóbulos rojos viejos, al ser destruidos en el bazo, liberan hemoglobina a la sangre, la cual es procesada y degradada en el hígado, y así se forman dos pigmentos: la bilirrubina y la biliverdina.

Estos pigmentos, junto con otras sustancias formadas en el hígado, se vierten a la bilis. La bilis, además de participar en la digestión de grasas, actúa como vía de eliminación de sustancias tóxicas. Los pigmentos biliares son eliminados junto con la materia fecal.

Anexos

Monografias.com

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Conclusiones

  • Los riñones limpian toda la sangre de impurezas cada 5 minutos.

  • Se puede vivir solo con un riñón.

  • Si los riñones no funcionan, otra persona nos lo puede donar.

  • Los riñones miden 12 cm y pesan aprox. 150g, el equivalente a un ratón de ordenador.

  • La vejiga tiene una capacidad de 500g, el equivalente a una botella de agua.

  • Con la urea de la orina se pueden hacer cremas.

  • El sistema excretor es la unión de varios órganos y glándulas que permiten eliminar los desechos de nuestro organismo. Para poder llegar hasta los riñones que son los órganos encargados de sustraer los desechos o sustancias innecesarias,

  • Los nutrientes se van directo a la sangre, la cual realiza el intercambio gaseoso por medio de los pulmones.

  • Los desechos son llevados por la arteria renal hasta los riñones, los cuales se encargan de crear la orina, con ayuda de los nefrones.

  • Después de crear la orina, la sangre en buen estado es comprimida en los nefrones en su parte superior, las cuales transportan la sangre en buen estado por medio de la vena renal de nuevo al corazón y pulmones para oxigenarla.

Recomendaciones

  • Recomiendo realizar cultivo y antibiograma a las pacientes que presenten este tipo infección para diagnosticar el agente causal y dar el tratamiento correcto.

  • Informar a la paciente la forma de recolección de la muestra de orina para poder obtener un mejor resultado.

  • Dar charlas de cómo prevenir las infecciones de vías urinarias y como saber cuándo están presentando este tipo de patología.

  • En cada control prenatal recalcar la forma de aseo genital para de esta manera prevenir el paso de bacterias especialmente la Escherichia coli desde el ano hacia la región genital.

  • Dar vitamina C a la embarazada ya está acidifica la orina y evitara el crecimiento de bacterias.

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  • Cervantes, Byron (2011). Infecciones bacterianas en el tracto urinario en mujeres embarazadas. Tesis de Grado. Universidad Técnica de Manabí, Portoviejo, Manabí.

 

DEDICATORIA

El presente trabajo se lo dedico principalmente a Dios por darme vitalidad, salud para seguir adelante a pesar de todo, por estar a mi lado y haberme protegido a lo largo de mis estudios y de mi vida.

A toda mi familia que con disimulo fueron constante estimulo.

Y en especial dedico mi trabajo a mis Padres, seres únicos y ejemplares,
inspiradores y responsables de lo que soy ahora, por su incansable apoyo moral
y su inquebrantable fe en mí, y sus ejemplos que siempre me empujaron
para terminar mi carrera universitaria.

 

 

Autor:

Pacori Huaquipaco Nery Luz

 

Partes: 1, 2
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